viernes, 26 de junio de 2009

¿Pero qué me estás contando? La respuesta

Para hacer la lectura de la solución un poco más sencilla he decidido copiar vuestros comentarios e ir respondiéndolos uno a uno, rebatiendo vuestras teorías desde mi punto de vista. Ni qué decir tiene que estoy completamente abierto a quejas, sujerencias o explicaciones alternativas.

Recordemos el texto una vez más:


Deslizó su cuerpecito en torno al borde, chocando acto seguido contra aquel inmenso espejo de plata. Abrió los ojos un instante después para observar aquella imponente imagen: una inmensidad completamente vacía, rasgada tan sólo por unos cuantos rayos de luz que se perdían en algún distante lugar. Sintió una extraña mezcla de miedo y tranquilidad...



Y ahora vamos con las respuestas:

Chicaburrida: “Hola. No soy una de los "sospechosos habituales", pero llevo un tiempo leyendo tu blog y me gusta mucho.
Seguramente no acierte, pero voy a arriesgarme a decir que el texto habla de un suicida tirándose al mar desde un puente.“

Lo primero bienvenida y gracias por leer mi blog. Siento decirte que, aunque tu teoría no está mal encaminada, el hecho de chocar “acto seguido” la contradice.

X: “Lo primero que voy a decir es algo que va en contra de mis principios pero de acuerdo con mis entrañas: este tipo de mierdas suelen escribirlo chicas que NO saben escribir para que parezca que SÍ saben escribir. Dixit esto, voy a postar por algo controvertido, como lo sería una hez recién expelida.“
Todo el mundo sabe que las heces no tienen ojos, hombre!

Yyrkoon: "Voto por una niña mirándose en un lago, y si no por Frodo en la fuente esa de la Galadriel xD"
Y lo de chocar? A ver si leemos con más atención, hombre!

Xenia y Ojos de gata: "Vamos a ver... llevo un rato dándole vueltas a la cabeza y después de hablar con Ojos de gata y analizar el texto hemos llegado a la conclusión de que puede ser que te refieras a un nacimiento,"
Qué se supone que sería el espejo de plata contra el que choca? Y el borde? Bufff, creo que vuestra teoría era demasiado rebuscada.

S: "Es un caracol ( o una babosa) arrastrandose por una mesa que se encuentra con una bandeja de plata y se ve reflejado."
Jajaja, buena teoría la del caracol, pero qué se supone que ve reflejado en el espejo? “una inmensidad completamente vacía, rasgada tan sólo por unos cuantos rayos de luz que se perdían en algún distante lugar”

Brubaker: "Supongo que tu respuesta es: sigue intentandolo."
En tu caso efectivamente la respuesta es “sigue intentándolo”, jeje

Perplejo: "¿Sumergiéndose en el agua? Una piscina, el mar... y contemplar la vista desde el fondo, viendo la luz del sol filtrarse..."
Efectivamente se trata de una niña sumergiéndose en el mar, pero no explicaste lo de deslizarse en torno al borde ni lo del choque contra el agua.

JuanRa: "Me sigue pareciendo dificilísimo. Me imagino alguna gota resbalando al interior de una copa o hacia algún lugar líquido pero es todo tan confuso que me estoy empezando a poner nervioso. Dilo ya, dilo ya, dilo yaaaa."
Demasiado rebuscado lo de la gota, no? Hablo de su cuerpecito, sus ojos, sus sentimientos...

Unai: "¿Puede ser que hables de un tío que ha llegado a la luna?"
En la luna deslizarías tu cuerpo para después chocar? Mas bien tendrías que empujarte para caer.

Cris: "Es un lago."
Más bien el mar, pero vale igual. Lo único es que el resto no lo explicaste.

Ojos de gata: "puede ser un pez que se ha escapado de la red y vuelve al mar? He pensado que deslizó su cuerpecillo al borde (del barco) espejo de plata= mar, océano.. y la luz.. pues el sol jaja."
Me ha gustado tu teoría. El pero que le veo es lo de “Abrió los ojos un instante después para observar aquella imponente imagen: una inmensidad completamente vacía, rasgada tan sólo por unos cuantos rayos de luz que se perdían en algún distante lugar”. Encuentro que se trata de la descripción de un escenario nuevo para el protagonista (que no lo sería para el pez), pero te llevas el segundo puesto por la originalidad de la respuesta.

Yopo: "un pez en una pecera?? ainsss, no, que coño va a ser eso..."
Tampoco ibas tan desencaminado como acabas de ver con la contestación a Ojos de gata. Sin embargo, no me imagino lo de “una inmensidad completamente vacía, rasgada tan sólo por unos cuantos rayos de luz que se perdían en algún distante lugar” dentro de una pecera.

Adriana: "Imaginé un bicho dentro de un elemento de metal en el que se refleja, podría ser una taza, o algún elemento cóncavo."
Me gusta que te guste, gracias! Muy original, pero no lo acabo de ver. Vuelve a fallar lo de los rayos que se pierden en un distante lugar. Para la próxima vez, que sepas que por supuesto se puede participar varias veces.

Cris: Qué decepción, habría apostado por tí, de verdad! :-D

Soso: "del mar?"
Has acertado en lo del mar, pero te digo igual que a los anteriores: no lo has acabado de explicar. El borde, el chocar contra el espejo, la sensación...

Martha: "Hombre...así, a voz de pronto y sin pensar mucho (que una anda de resaca y se ha tenido que levantar a las siete e imagino que sabrás lo que eso conlleva), pues yo diría que parece tratar de una chiquilla delgadita y poca cosa que se mete en una piscina (pensé también en el mar...pero lo del "borde" me ha hecho dejar esa teoría de lado) y le parece super grande porque ella es muy chiquitina aún...mmmmmmm, ahora que lo pienso, quizás sea la primera vez y ella sea una nena y de ahí tanta sorpresa."
Muy buena respuesta. Te has ido en otra dirección a la que yo quería, pero lo cierto es que no encuentro manera de rebatir tu teoría. Por eso te llevas el premio, enhorabuena.

Xenia: "también puede ser la muerte... me tienes loca con el textico mañico!!! xD ... y si es un mosquito que se ha escapado de morir aplastado contra el espejo?"
Creo que te despistó lo del enorme espejo de plata. Si no caes en que puede ser el mar está muy difícil, lo reconozco.

Brubaker: "Aunque lo de la hez tiene buena pinta me parece muy escatológico para ser tuyo. Después de haber leído varias veces la "adivinanza" (para que luego te quejes de que no leo tus posts) yo diría que es una persona que ve por primera vez el mar, al asomarse por un acantilado, y es mas yo diría que el mar es el Mediterráneo y que esa persona eres tu. Por eso creo que la historia narra la primera vez que viste el mar y te quedaste enamorado de él."
Efectivamente, lo de la hez nunca lo escribiría :-D. Tú has pillado lo del mar pero te ha faltado entender el contexto, como a alguno de los de arriba.

Sólo me queda añadir la solución original: El texto explica cómo una niña deja deslizar su cuerpo en torno al borde de una barca para chocar de espaldas contra la superficie del mar y después apreciar con sus gafas de buceo y su bombona de oxígeno el fondo. Está buceando por primera vez, vamos.

Enhorabuena entonces a Martha por el premio. Me voy a rezar y ya contaré en breves con quién me tomo la cena en el mejor restaurante de la ciudad, jeje.

Un saludo muy fuerte a todos y gracias por participar. Si os ha parecido divertido hacédmelo saber e intentaré seguir con la sección de vez en cuando.

miércoles, 24 de junio de 2009

¿Pero de qué me estás hablando?

A veces el uso abusivo de figuras literarias complica sobremanera la comprensión de un texto, más aún cuando es leido por personas insípidas, incoloras y olorosas como todos nosotros.

En esta nueva sección, que puede que empiece y acabe hoy o puede que siga existiendo durante años, os presento un texto escrito y "tuneado" por mí mismo y os reto a, sin conocer el contexto, decirme de qué os estoy hablando. Con todos ustedes la criatura:


"Deslizó su cuerpecito en torno al borde, chocando acto seguido contra aquel inmenso espejo de plata. Abrió los ojos un instante después para observar aquella imponente imagen: una inmensidad completamente vacía, rasgada tan sólo por unos cuantos rayos de luz que se perdían en algún distante lugar. Sintió una extraña mezcla de miedo y tranquilidad..."


Voy a activar la moderación de comentarios para que no os deis pistas. Dejaré un par de días de tiempo para que los sospechosos habituales hagáis vuestras apuestas y finalmente publicaré todos los comentarios recibidos.

El primero en acertar (o el que más se aproxime a la respuesta correcta) recibirá un premio consistente en un rezo maorí por todos sus antepasados y una cena en el mejor restaurante de la ciudad para mí y la persona que yo elija.

La próxima vez ajustaré la dificultad si veo que el texto es demasiado fácil o demasiado difícil.

viernes, 19 de junio de 2009

6 - Un nuevo pelo no lo es todo

- Este el el sexto capítulo de la reconocida serie "ser guay es guay". A la derecha, en la sección de grandes relatos, encontrarás una lista de enlaces con todos los capítulos anteriores. Y si no la encuentras, aquí está el índice completo -.

Salí al fin de la peluquería en la que horas antes había estado a punto de morir. Jimmy se había encargado de cambiar mi estilo copiando vilmente las nuevas tendencias de París, cosa que seguro nadie en mi humilde barrio sería capaz de notar.

- Bueno cariño, pues ya hemos acabado contigo. Ya te puedes dar la vuelta y flipaaaar con lo que le he hecho a tu cabellito, baby – exclamó Jimmy mientras movía en círculos sus caderas, visiblemente excitado -.

Giré lentamente el asiento para admirar el trabajo de Jimmy Love, quien esperaba ahora inquieto mi reacción mientras sujetaba un espejo tras mi cabeza. El peinado era tal y como lo había imaginado: el lateral izquierdo totalmente rapado excepto justo por encima de la oreja, donde Jimmy había dejado unos pelos que la cubrían hasta la mitad; arriba unas mechas rojas y negras que, junto a las extensiones de la nuca, imprimían vitalidad al estilo y por ultimo, pero no menos importante, en el lado derecho las iniciales DG, no de Dolce & Gabbana sino de Don Guay, afeitadas al cero. Brutal.

Apoyé entonces los codos lentamente en los reposabrazos del asiento, junté las puntas de los dedos y comencé a hacer círculos con los pulgares. Saqué después de mi bolsillo la linterna que siempre llevo conmigo e iluminé mi rostro desde abajo, creando ese ambiente terrorífico de las historias contadas en torno a una hoguera. Esbocé entonces una sonrisa que poco a poco se convirtió en una tremenda carcajada.

- ¡Ja, ja, ja! ¡jaaaa, jaaaaaa, muuuuuaaaaahahaha!

Jimmy, visiblemente asustado, cubrió su cara con el peine y dio varios pasos atrás.

- ¿Te das cuenta, Jimmy? ¿Te das cuenta? - pregunté -.

- Seguramente sí, pero por si acaso dame pistas, por favor.

- Acabas de crear a mi alter-ego. El Extraño Desconocido ha muerto definitivamente, Jimmy Love. Ahora por fin me he convertido en Don Guay. Toma una moneda de dos euros y quédate con el cambio, pringao. ¡Muuuahaaahaha!

Me levanté apresurado del asiento y corrí hacia la puerta mientras me despedía cariñosamente de Jimmy Love:

- ¡Hasta la vista, gilipollas, nunca te olvidaré!

Una vez en la calle paré en seco. Correr como un gilipollas dentro de la peluquería podía aceptarse, pero hacerlo en la calle ya era otro cantar. Me coloqué las gafas de sol, apreté los labios para marcar pómulos y comencé a cojear tal y como había visto en los videos de rap de la Mtv. Tras los oscuros cristales de las gafas, mis ojos no paraban de moverse hacia un lado y otro buscando alguna reacción de admiración o envidia en los demás paseantes. Mi estudiada manera de caminar a duras penas ocultaba el nerviosismo que me invadía por segundos: ¿lograría causar la reacción esperada en los demás? ¿me aceptarían ahora que me había convertido en alguien guay? ¿necesitaría por fin el spray de pimienta para librarme de alguna acosadora?.

Seguía buscando reacciones por la calle cuando por delante de mí dobló la esquina un chaval de unos veinte años. Alto, bastante musculoso y con un enorme tatuaje de un dragón en su brazo derecho, era sin duda uno de los míos: un tío guay. Cuando ya se encontraba a unos cuatro metros de distancia levanté mi brazo derecho y le ofrecí la palma a modo de saludo tal y como hacía 2pac en aquel video. Consciente de que estaba ante mi primera prueba de fuego, sentí mi pulso acelerarse y recé mentalmente a David Beckham tal y como había leído en aquella revista:

“David, David, guay donde los haya,
aléjame de horteras y chulos de playa.
Ilumíname con tu estilo, guíame por la moda,
y ayúdame a ser guay, que es lo que más mola”


El veinteañero guay me miró fijamente y frenó de repente frente a mí. Esperé con una sonrisa a que me chocara la mano, pero sin embargo agitando la cabeza de lado a lado me dijo:

- ¿Pero tú tas mirao al espejo, soplapollas? ¿Qué pasa, que quieres ir de guais o qué? Que eres un triste, eso es lo que eres, un triste. Tssssss, anda y baja la mano, niñata, que aun te voy a calentar la jeta si no. Pffff, tssss, aaaaaaaah.

Mientras me obligaba a bajar la mano mediante el uso de su brazo tatuado, el cual por cierto bien podría ser considerado como arma de pequeño calibre, me asestó un par de suaves bofetadas con la otra mano como diciendo: “anda, chaval, vete a tu casa y piensa en lo que acabas de hacer”. Acto seguido continuó su camino como si nada hubiera ocurrido. Como hacen los guays, vamos.

Decepcionado, me quité las gafas de sol y me senté en un portal a pensar. Algo había hecho mal, pero no sabía el qué. Apoyé la espalda en la pared e introduje las manos en los bolsillos, y al hacerlo descubrí un papel arrugado que ya casi había olvidado. Leí con atención:

1 – Cancelar mi suscripción a “el maravilloso mundo de las mariposas”.

2 – Cambiar de corte de pelo.

3 – Visitar un gimnasio para algo más que para repartir propaganda.

4 – Nada de libros.

5 – Cuidar el vocabulario.

6 – Vestir bien.

7 – Interesarme por la moda.

Entonces comprendí mi error: simplemente no estaba preparado todavía. Tan solo había cancelado mi suscripción y había cambiado mi corte de pelo. Bien es cierto que llevaba ya un tiempo sin abrir un libro, pero me seguían faltando unos cuantos puntos. Me prometí a mí mismo no volver a emocionarme tanto hasta que no hubiera conseguido ser guay, me levanté y me fui a casa a cenar.

Capítulo siguiente

lunes, 8 de junio de 2009

Los hermanos Dassler

Adolf Dassler (1900-1978)
Rudolf Dassler (1898-1974)


Ambos hijos de Cristoph Dassler, un zapatero alemán, y su mujer Paulina Dassler. Ambos nacieron y murieron en Herzogenaurach, un pueblo de Baviera (Alemania).

Tras la primera guerra mundial, en la que los dos estuvieron presentes, Adolf comenzó a trabajar en la zapatería de su padre a pesar de haber aprendido el oficio de panadero. Al poco tiempo se empezó a especializar en producir zapatillas de deporte, actividad que apoyó su padre con fuerza cediendo completamente el taller a su hijo. Cuatro años después, en 1924, Rudolf se unió a su hermano formando así la empresa "Gebrüder Dassler" (hermanos Dassler). En 1925 aparecieron de su mano las primeras zapatillas con clavos, tanto para fútbol como para atletismo. Tal fue el éxito de estas zapatillas que ya en los juegos olímpicos de 1936 fueron llevadas por varios atletas, entre ellos Jesse Owens.

Los dos hermanos se declararon nacional-socialistas y lucharon en la segunda guerra mundial. Sin embargo, debido al reconocimiento ya alcanzado a través de su negocio, pronto pudieron volver a sus actividades empresariales.

En 1940 Rudolf tuvo un affaire con la esposa de su hermano, lo que hizo que las discusiones entre los dos hermanos, ya de por sí frecuentes, se agudizaran mucho más. Este hecho se considera el principal desencadenante del resto de la historia.

Al finalizar la guerra Adolf y Rudolf fueron encarcelados por los americanos. Adolf fue liberado poco tiempo después gracias a que había apoyado a varios atletas americanos en los juegos olímpicos con sus zapatillas. Sin embargo, Rudolf permaneció preso un año, acusado de pertenecer a los servicios secretos alemanes y haber trabajado en labores de censura. Los soldados americanos afirmaron que quien había acusado a Rudolf pertenecía a su entorno más cercano, lo que levantó en él la sospecha de que el delator habría sido su propio hermano. Durante el año que estuvo preso, Adolf no hizo nada por intentar liberarlo, lo cual no hizo sino reafirmar sus sospechas.

Tras ser liberado en 1946, Rudolf acusó a su hermano de haber sido él quien pertenecía a los servicios secretos alemanes, lo cual nunca pudo probar.
Poco tiempo después los dos hermanos decidieron repartir la empresa y fundar cada uno su propia marca.

Adolf Dassler, apodado desde pequeño "Adi", fundó la marca Adidas.

Rudolf Dassler pensó primero en llamar a su marca "Ruda", también formada por las primeras letras de su nombre y apellido, pero cambió después a Puma (haciendo mención al rápido animal del mismo nombre).

Las brutales discusiones que los dos hermanos habían empezado ni siquiera acabaron con su muerte, ya que sus propios hijos siguieron enfrentados durante años.