martes, 20 de septiembre de 2016

Los cinco pasos definitivos para ser más guay


A día de hoy una de las mayores fuentes de visitas a nuestro blog son búsquedas en Google del tipo “cómo ser guay”, “quiero ser guay”, o “vendo persianas”. No vamos a tratar en esta entrada de persianas puesto que es un tema sobre el que ha corrido ya mucha tinta, sino que nos dedicaremos a ayudar a aquellas personas que, un tanto desorientadas por la falta de información, buscan ayuda en su camino al mundo guay. Para todos ellos estamos creando la Guía definitiva para ser guay, de la cual hemos escrito hasta ahora dos páginas. Como adelanto a esta obra maestra de los libros de autoayuda estamos encantados de ofrecerte aquí cinco consejos para ser más guay. Por cierto, escribo en plural simplemente porque queda más profesional, pero sigo siendo yo y sólo yo el que escribe en el blog.

1 – Hazte el interesante

Quieres ser un tío guay, y como tal la gente debería interesarse por lo que haces y lo que dices. Para aumentar este interés de tus amigos o conocidos, no hay nada mejor que decir cosas que no sean capaces de entender a la primera o, mejor todavía, que despierten su interés. Por ejemplo, si te preguntan si quieres ir a jugar al fútbol esta tarde, no digas que no puedes porque tienes que ir a casa a cuidar de tu hermana. Es demasiado claro. Es mucho mejor que afirmes: “Me encantaría”. Observa que ni siquiera está claro si vas a ir o no, con lo cual te preguntarán algo así como “¿Pero vienes o no?”. Como puedes ver, de esta manera tan fácil ya has captado el interés de tus interlocutores. Ahora podrías contestar algo del estilo de: “No me va a ser posible, tengo algo importante que hacer”. A partir de ahí puede ser que tu interlocutor interprete que no quieres hablar del tema con lo que se quedará muy intrigado, o que siga preguntándote, en cuyo caso deberías contestar con nuevas evasivas. No puedes usar esta técnica todo el tiempo, pero sí a menudo para asegurarte el interés de tus colegas en lo que haces o dices.

En resumen, intenta envolver tu vida en un halo de misterio que te haga interesante.

2 – Viste de manera extravagante

No puedes pretender ser guay con esas camisetas del Pull&Bear o de Mango que lleva todo el mundo. Esto mismo es válido para tu peinado o tus adornos. Cuando algo se pone de moda no eres guay por seguir esa moda; los guays son los que crean las modas o al menos son de los primeros en seguirlas.

Si ves como los jóvenes comienzan a dejarse crecer la barba, pero esperas a que todo el mundo lo haga para empezar tú, entonces nunca vas a ser guay sino una persona del montón. Tendrás que hacer cosas originales. Por ejemplo, aféitate todos los días. O péinate con raya en el medio ahora que nadie lo hace. Viste con colores que no veas por la calle como el naranja o el kiwi y utiliza prendas de vestir y adornos encontrados en la basura o que pertenecían a tus abuelos para darle a tu indumentaria un toque de originalidad.

Como regla general podemos decir que cuanto más ridículo te veas al espejo, más guay te percibirá el resto del mundo.

3 – Busca hobbies que nadie realice

Nada de “me gusta viajar, leer y hacer deporte”. Eso es algo demasiado típico. Necesitas hobbies extraños y que le interesen a la gente. Por ejemplo, puedes desarrollar una pasión por tejer. Esto es algo que nadie hace, pero que seguramente en algún momento se empezará a poner de moda. Si cuando llegue ese momento tú eres un experto e incluso tienes un blog o un canal en youtube, entonces automáticamente serás increíblemente guay. Fácil, ¿no?

Por supuesto corres el riesgo de que tu hobby nunca se ponga de moda. Por eso mismo deberás crear blogs y canales de youtube de al menos cinco aficiones originales para aumentar las probabilidades de que al menos alguna de ellas se ponga de moda en los próximos años. Algunos ejemplos serían: coleccionar conchas, el mundo de las tortugas, hablar Finlandés, hacer mermeladas caseras, tocar el xilófono, programar en Turbopascal,  la poesía Kazaja, usar monóculo… Seguro que se te ocurren fácilmente unas cuantas posibilidades. Piensa que hace unos años a nadie le daba por jugar al pádel, hacer su propia cerveza, la comida vegana, beber gin tonic o tener un huerto urbano y todas ellas son gilipolleces que ahora están a la orden del día.

4 – Habla siempre sobre ti mismo

Debes intentar que toda conversación que se desarrolle en tu presencia gire sobre ti mismo. Más que una técnica es un estilo de vida, pero por suerte es algo que puedes aprender poco a poco. Empieza por conversaciones superficiales y con pocas personas para ir aumentando el reto y acabar haciendo que todo el bar escuche interesado tus explicaciones, vivencias o historietas.

Por ejemplo, si alguien empieza a hablar de baloncesto, entonces hablarás sobre tu primo que juega en la liga italiana para acabar contando que un día saliendo de juerga le levantaste a un ligue. Si alguien dice que se ha comprado la Playstation 4, entonces dirás que tú la compraste cuando salió pero que los gráficos te parecen una mierda y por eso la vendiste y te compraste un pepino de ordenador. Si alguien se va de vacaciones a las Maldivas, entonces tú ya has estado allí y si quiere le puedes recomendar un restaurante impresionante en el que te acabaron invitando a cenar después de que conocieras a los dueños una noche de fiesta.

Debes mezclar historias y datos reales e inventados, de manera que la gente puede saber que sueles exagerar pero nunca pueda decir a ciencia cierta si algo que cuentas es real o no. Es lo que los guays llamamos maquear o tunear las historias.

5 – Critica a los demás

Este paso requiere que realices correctamente todos los anteriores, ya que aquí empiezas a moverte en aguas pantanosas. Sin embargo, si sigues al pie de la letra los primeros pasos observarás una rápida mejoría en tu nivel de guayismo. Una vez sientas esta mejoría y veas que tu reputación va en aumento, es cuando será el momento de comenzar a utilizar esta última técnica que te catapultará a unos niveles que antes te parecían imposibles.

Aquí se trata de pasar de concentrarte en ser guay, a dedicarte a hacer que los demás sean menos guays que tú. Esto automáticamente hará que los demás te perciban todavía más guay de lo que eres en realidad. Para ello la idea es que identifiques a lo que son más o menos igual de guays que tú y los critiques a sus espaldas cuando tengas ocasión, riéndote de sus tontas aficiones, lanzando rumores sobre que estudian los fines de semana, criticando su manera de vestir porque ya estuvo de moda hace unos años y no es nada original, etc.

Imagina que tú te encuentras en un escalón o nivel en la escala gay. Entonces te dedicarás a criticar a los de tu mismo escalón, lo cual con el tiempo hará que parezca que estás un nivel por encima de ellos. Así, la gente acabará interpretando que efectivamente estás por encima de aquello a los que te dedicas a criticar. Llegado este momento, ya has subido un escalón. Entonces vuelves a empezar, y así continuamente hasta que estés satisfecho con tu nuevo estatus social.

 

Desde Vivencias Varias te animamos a aplicar estos consejos y esperamos que te sirvan de gran ayuda en tu camino hacia el guayismo. Si tienes cualquier duda estaremos encantados de responderte en los comentarios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Gracias por su entrada!!

Voy aplicar inmediatamente tanta sabiduría para aumentar mi estatus ahora que ya tengo las herramientas. Mis compañeros de trabajo jamás volverán a ignorar mi saludo.

Muchas gracias de nuevo

P.D. ¿Dónde puedo encontrar prendas kiwi en el pueblo?

El extraño desconocido dijo...

De nada, el equipo de VivenciasVarias que soy yo y vale estoy encantado de ayudarle en la ardua tarea de ser lo suficientemente guay como para que le saluden sus compañeros.
En el pueblo puede ser difícil encontrar prendas kiwi, pero lo que puede hacer es frotar una camiseta blanca de marca abanderado en el césped. Eso se dará un toque de color muy característico.
De nada.

Betawriter dijo...

El problema es que esto también se ha convertido ya en mainstream. Tejer, por ejemplo, al menos donde yo vivo, ya no es extraño y hasta hay best-sellers en las librerías y grupos donde tejen juntos. Todo el mundo también escala, tira con arco, y hace parapente. O lo probó una vez aunque ni siquiera le gustaba, pero ahora es un experto. El objetivo último, como tú dices es ser guay. Por encima de todo. O sea.

Saludos.